Amor de perro es amor del bueno.

Mi terapeuta personal vive conmigo. Sonríe constantemente, y de sólo mirarla me olvido del mundanal ruido.

De la mano de la preocupación...

Hoy entiendo algo que, si bien me era conocido, no lo había hecho consciente. Y es que mis sentimientos menos nobles surgen de estados de angustia o preocupación. Es ahí cuando comienzo a envidiar, a sobrecontrolar, a prejuiciar y enjuiciar a los otros, a desatar peleas internas, a codiciar, a maldecir.
La angustia me contacta con la desesperación y la sensación de que el que sobrevive es el que grita más fuerte, el que muerde primero, el que se "aviva" egoístamente.
Lo más peligroso de ello es que lo anteriormente mencionado comienza a validarse "porque así es la vida, sacrificada, injusta, Dios le da sombrero al que no tiene cabeza" etc etc etc.
Con la preocupación de la mano, me despego del presente, y me sumo en la ansiedad del futuro y la frustración del pasado. Me lo como todo porque todo se puede acabar, genero reservas inútiles porque quiero ganar una competencia que nadie más que yo ha inventado.
TAN absurdo que me da un poco de vergüenza escribirlo, pero a la vez me parece absolutamente necesario.

En cambio, desde el otro lado de la vereda, desde la confianza plena, desde el amor y desde la paz interior, las cosas se vuelven diametralmente diferentes. En un mundo donde todos confiamos, somos cooperadores, generosos, empáticos, amorosos. Despreocupados, no nos interesa atesorar cosas materiales, ni ciframos nuestra calidad humana en lo que tenemos, ni centramos nuestras relaciones en la competitividad.

La paz interior (recomiendo seguir el link) nos lleva inevitablemente a la evolución.

Desempolvando lo injustamente olvidado

Siendo la 15.27 hrs, he efectuado los siguientes actos activistas en mi meta de cuidarme:

1. Desayuné correctamente, y me tomé los medicamentos que necesito (sí, lo reconozco, no he sido constante en mis tratamientos).
2. Fui y volví al centro a pie --> lo que de ida no es ningún esfuerzo, pero de vuelta implica unas cuadras en subida (vivo en cerro), y yo, adicta a mi zona de comodidad, hacía siempre esa subida en micro.
3. Almorcé las ensaladas que tengo permitidas, no usé la mayonesa (adicción), y fui feliz preparando, pelando, picando y decorando el plato.
4. Desempolvé la guía alimentaria que me dio mi nutricionista el año pasado, la leí atentamente y estoy planificando menús diarios que sean entretenidos (me apesta comer todos los días lo mismo).

Sólo un comienzo pero este post será siempre un recordatorio.

Hoy di un paso

Debo reconocer que desde que conozco blogger, he pasado por diferentes intentos. Hubo uno que duró mucho, pero lo asesiné virtualmente tras un ataque de nervios por sobreexposición. He tenido blogs de reflexiones personales, de manualidades, inclusive uno en el que escribía mis sueños (buena práctica), dado que mi productividad onírica es intensa (creo que retomaré ese hábito). Y empiezo ahora éste,  primero que todo, con el fin de ordenarme, ya que soy de las que necesita de agendas, listas, y pequeños escritos para procesar la información; segundo, para plasmar algunas reflexiones en torno a lo que el devenir de lo que mi experiencia como psicóloga (breve aun), las lecturas, experiencias terapéuticas individuales y grupales, formación en gestalt, meditación, reiki, manualidades, conversaciones amorosas, saberes que vienen de mi madre, de mi tía, y de muchas mujeres hermosas que me acompañan en cada paso que doy, de mi experiencia como pareja de un ser bello y tremendamente intuitivo, en fin, de lo que todo esto me ha aportado para ser quien soy.

Actualmente, mis intereses comprenden: los espacios y prácticas terapéuticas, lo femenino, el activismo (camino en el cual me dejo iluminar por la energía de Natalie), el zen, el coaching, las manualidades y expresiones creativas, la cocina (ojalá saludable y deliciosa) y mi propio autocuidado. Tras un año 2010 vertiginoso, doloroso e intenso, en el cual personalmente me sentí tocando fondo muchas veces, me he propuesto des-armarme y construirme de nuevo, poniéndome a mí misma como aprendiz de lo que me maravilla y conmueve del mundo. Soy una persona de muchísimas palabras, muchas de ellas innecesarias y redundantes, pero de poca acción. Como si el mismo magnetismo verbal me dejase en estado catatónico, mi cabeza declama y mi cuerpo se detiene. Tengo problemas con el contacto del aquí y el ahora, con la perseverancia, con la paciencia y con la concentración, principalmente, y escribir este blog es parte de una sincera motivación al cambio, por ende, espero que sea de utilidad terapéutica y potenciadora para mí, y generosamente para quien desee acompañarme.

Escribir me brinda muchísimo placer.