Me he inspirado en Nat, en Verogran, y en muchos espacios de expresión, buscando, cual adolescente, uno que por fin me acomode de manera plena. Recuerdo mi primer blog, una fuente de amor y fluidez sin fin. No debí borrarlo, pese a todo. Pero hoy no estoy para arrepentimientos.
Porque no quiero más distancia entre yo misma y mi obra.
Porque el deseo de escribir me quema las manos, y no seré yo quien autoboicotee mis ganas.
Porque lentamente, pero con total firmeza, me despojo de mi ropaje de prejuicio, autocrítica lapidaria y de temor.
BIENVENIDA, QUERIDA YO!!!!!!!!!